PREPARACION DEL PALO

La idea general es desnudar lo máximo posible el palo para facilitar la operación, empezando por sacar las velas enrolladas o guardadas sobre la botavara y en el estay. Dependiendo del número de personas destinadas a la labor invertiremos más o menos tiempo, pero es muy importante no olvidar nada. En una ocasión pudimos ver un barco levantado un palmo del agua al intentar sacar el palo, pues se olvidaron de largar los obenques bajos.

Ejemplo de embarcación de crucero. Uno o dos pisos de crucetas más o menos retrasadas. El estay arraiga en la perilla y acostumbra a montar enrollador de genoa. La jarcia es continua, regulando cada obenque por su correspondiente tensor. La coz puede descansar en cubierta o sobre la quilla. Detalle del extremo de la cruceta.


Retirar la botavara

Empezaremos retirando la vela. Luego pasaremos a desmontar la contra de la mayor, la escota de mayor, la cabullería propia de la botavara (rizos, pajarín, lazyjacks .... ). Ya sólo nos falta desmontar el eje del pinzote y apartar la botavara para que no moleste por cubierta.

Electricidad y electrónica

Será necesario izar a un ágil tripulante con la misión de retirar antenas, equipo de viento y otras instalaciones fijas en el palo para que no sufran desperfectos en la maniobra. Si no es así, corremos el riesgo de romper las antenas o el equipo de viento con el cable o la pluma de la grúa.

Además, ya podremos colocar la cincha para izar el palo y, dependiendo del tamaño, amarrar un cabo en cada extremo de la primera cruceta para controlar los movimientos del palo en el aire.

Trabajos en el barco

Estamos obligados a librar todos los cables que recorren el palo si queremos evitar romperlos. En un barco bien instalado, existirán unas conexiones para largar la electrónica, los cables de las antenas, los cables de las distintas luces y otros elementos, como reenvíos de burdas bajas, etc.. Cada palo es distinto, así que sólo podemos recomendar una norma general: liberar todo aquello que pueda irse con el palo. La cinta de marcar, el lápiz y el papel serán necesarios para anotar todo lo que hacemos, pues al volver a pinchar el palo tendremos que conectar otra vez todas las instalaciones. Echaremos un vistazo a las cuñas de la fogonadura, pues es importante retirarlas antes de izar el palo. Atención también a la goma de la fogonadura.

Típica embarcación de regata. Al ser los tubos de secciones pequeños necesitan de más crucetas para sostenerlo. El estay arraiga contra las burdas altas, que sustituyen al baquestay en su función de sujetar el palo. La jarcia es discontinua, va por tramos entre crucetas. La coz siempre descansa en la quilla. Detalle del extremo de la cruceta.

Jarcia firme y de labor

El objetivo perseguido es dejar el palo sujeto sólo por drizas y con los obenques apuntados. Una driza fuerte sustituirá al estay , y otra al baquestay. Guardaremos otra driza para subir a enganchar la grúa, y los demás cabos los subiremos arriba para que no se manchen de grasa y no puedan engancharse con la grúa. Marcaremos los tensores de la jarcia y los puntos donde arraigan, si es el caso, para que quede todo igual cuando volvamos a pinchar el palo. Al final tendremos una driza en proa, otra en popa y los tensores de los obenques flojos, aunque apuntados. Ya todo está preparado, sólo falta enganchar la grúa.

Cincha de izado

Un palo pesa menos de lo que parece, pero no por ello podremos usar cualquier cabo para colgarlo. Lo más importante es que el punto de izado esté por encima del centro de gravedad del aparejo. Si no es así, se dará la vuelta y ocurrirá una desgracia. Por eso la grúa tiene que ser bastante alta. Si el palo tiene dos crucetas, amarraremos en la segunda, pero si sólo tiene una, no tendremos más remedio que amarrar en la primera pero desplazando la cincha más arriba con un estrobo. Lo más aconsejable es que la perilla del palo libre la pluma, evitando así que dé golpes en el tubo. Si la grúa no es lo bastante alta, es conveniente proteger el gancho de la grúa con alguna moqueta para no rallar el palo.

Entre la cincha, que pasa por seno, y el gancho se acostumbra a poner un estrobo para poder enganchar a poca altura sobre cubierta, pues un tripulante deberá subir por el palo a enganchar.

Dependiendo del número de crucetas tendremos que ingeniárnoslas con estrobos de cabo para desplazar la cincha de izado. Cuanto más largo sea el estrobo entre la cincha y el gancho, menos posibilidades de golpear el palo.