ÓSMOSIS: DESPEGA LAS FIBRAS

La ósmosis se presenta en forma de pequeñas o grandes burbujas que rompen la superficie lisa del gelcoat. Afecta a las partes del estratificado sumergidas en el agua. No hay norma fija sobre las zonas del casco más sensibles, aunque es más frecuente cerca de flotación que en los fondos. Para detectarla hay que rascar las capas de pintura antifouling hasta llegar al gelcoat en diversos recuadros repartidos por todo el casco (de 100 x 25 mm serán suficientes). La cantidad de muestras a examinar dependerá de lo sospechoso que sea el casco. Normalmente se practican con separaciones de entre l y 3 metros. Es importante tener en cuenta algunos datos para saber cuándo una embarcación está afectada por ósmosis. Cualquier barco con más de diez años en el agua puede tenerla. Si ha navegado o reposado en aguas cálidas o en agua dulce, cuya menor densidad favorece el fenómeno, la posibilidad es mayor. Los barcos que se pasan todo el año en el agua la sufren más que los guardados en seco. El gelcoat que protege el estratificado no es completamente impermeable, resulta más o menos poroso dependiendo de la forma en que ha sido aplicado. El laminado en sí también puede ser más o menos higroscópico dependiendo de su proceso de aplicación.

 

Es raro que un velero de más de cinco años de edad, si ha navegado en relación a su edad, no muestre marcas de grietas en el espejo de popa, los lugares donde van las defensas y las amuras donde cuelga el ancla. También es corriente que aparezcan las grietas allí donde se aplican las cinchas pasa sacar el barco a tierra, ya que no siempre la zona ha sido reforzada pensando en ello.

Los barcos baratos, construidos deprisa, con menos horas de cuidado en el laminado, tienen más posibilidades de sufrir ósmosis. Los gelcoats más baratos tienden a quedar más porosos.

Muchos de los efectos del laminado poco cuidado favorecen la ósmosis: restos de disolvente o glycol en la resina, burbujas de aire entre ésta y las fibras, resina curada deprisa...

Ósmosis en un barco que lleve menos de siete años en el agua es una mala señal. Difícilmente se logrará eliminar, por más reparaciones que se le hagan.

Una sección de estratificado afectada por una burbuja de ósmosis. Se trata del tipo que afecta cerca del gelcoat. Una burbuja de agua se almacena bajo este y va aumentando de volumen debido a la presión osmótica, triturando al mismo tiempo el estratificado.

El nivel de gravedad de un barco afectado depende de varios factores. Mientras las burbujas miden menos de dos centímetros de diámetro, no hay peligro para la integridad del casco. Pero se pueden desarrollar rápidamente. Y aunque tiene que avanzar mucho la enfermedad para que el estratificado pierda toda su resistencia, no es aconsejable dejar que la fibra siga chupando agua.