AUTONOMIA

Conociendo el consumo de un motor a cada uno de sus regímenes de funcionamiento y la velocidad que una embarcación puede alcanzar con ese motor, también a cada régimen, podemos establecer la autonomía de navegación, en función de la capacidad de combustible.

Supongamos que nuestra embarcación equipa un motor diesel de 200 CV como el que hemos utilizado en el ejemplo del recuadro. Nuestra embarcación es capaz de navegar a 30 nudos a 3.800 rpm. Eso significa que consumirá 46,7 litros cada 30 millas recorridas a toda velocidad. Es decir, 1,55 litros por milla. Si a 2.500 rpm la velocidad fuese de 25 nudos, el consumo sería de 34,13 litros cada 25 millas. Es decir, 1,36 litros por milla. Si nuestro depósito es de 100 litros, resulta que podremos navegar (100: 1,55 = 64,5) 64,5 millas a toda velocidad (ésta será la autonomía mínima) y 73,5 millas a 25 nudos.

Por fin hemos llegado a una conclusión que ya conocen la mayoría de los navegantes a motor de todo el mundo: navegando más despacio se llega más lejos.