CRUCETAS

Son los pequeños perfiles que ayudan a sujetar el palo transversalmente. Debido a la pequeña dimensión de la manga en relación a la eslora, el ángulo de trabajo de los obenques impide una óptima sujeción lateral del palo. Matemáticamente, un cable necesita salir con un ángulo de unos 13º para que su función sea efectiva y no estalle por tracción, y es fácil comprender que, con este ángulo, la manga de los veleros tendría una dimensión excesiva.

Por esta razón, el obenque alto pasa por el extremo de una cruceta, distribuyéndose la sujeción a lo largo del tubo. Pero la tensión del obenque alto, transmitida mediante la cruceta, imprime una compresión que se traduce en una flexión en el tubo en la zona de la base de la cruceta. Para evitar esta flexión, la geometría obliga a dotar al sistema de un obenque bajo que tire de esta sección impidiendo la flexión del tubo.

Un barco de crucero arbola un palo fuerte, una estaca, por lo que requiere pocas crucetas, a veces sólo una. Un barco de regatas, en el que se busca el mínimo perfil, el mínimo peso y la máxima elasticidad del palo para adaptarlo a la vela y a las condiciones de viento, necesitará más crucetas para sostenerse. Pero siempre una cruceta precisará un obenquillo que contrarreste la compresión ejercida por ésta sobre el palo. A más crucetas, más obenquillos.

Otro factor muy importante a tener en cuenta en las crucetas es su ángulo respecto a crujía. Cuando las crucetas están a 90º desempeñan un papel de sujeción transversal, pero cuando se retrasan también influyen sobre la flexión longitudinal del tubo. En efecto, una cruceta retrasada conlleva el hecho de que el palo flexe hacia proa en ese tramo. Las crucetas perpendiculares permiten abrir más la botavara, pero se pierde control sobre la flexión longitudinal. Si el aparejo es a tope, aparece el denominado babyestay o unos obenques bajos que tiran hacia proa desde la panza del tubo. En un aparejo fraccionado se acostumbra a dotar al palo de una ligera preflexión para evitar que se invierta el perfil, algo verdaderamente funesto para la vida del palo. Las crucetas retrasadas impiden la inversión, no permiten abrir tanto la botavara en popas pero aumentan la seguridad de la arboladura.

Las crucetas deben mantenerse fijas sobre el tubo, para poder transmitir correctamente las tensiones. Sólo en aparejos especiales muy sofisticados se les permite un cierto grado de libertad ascendente, pero nunca en sentido proa / popa.