9. EL FACTOR HUMANO

El carácter y la forma de ser del patrón es un dato importantísimo a tener en cuenta durante la navegación.

Es imprescindible que éste sea consciente de su saber y sus limitaciones, así como las de su tripulación. Antes de cada maniobra explicará cómo piensa realizarla y distribuirá a la tripulación.

Más vale un planteamiento previo, aunque se tenga que modificar, que tener que dar gritos a media maniobra de atraque.

El buen patrón consulta con la tripulación, pero es él quien tiene la última palabra. Si algo ha fallado, es importante comentarlo posteriormente, no para buscar culpables sino para evitar que el error vuelva a ocurrir.

En situaciones de peligro o tensión, la capacidad de decisión y confianza del patrón tienen un efecto inmediato en la tripulación, y lo que es lo mismo, en el barco.